22 de marzo de 2007
Cuando internet insulta
Internet acoge una gran cantidad de contenidos que atacan directamente a personas y empresas. Desde el novio despechado, al candidato a un puesto de trabajo que tiene un "pasado oscuro", pasando por el empleado desleal... todo vale para atacar y difamar al prójimo. Abra su buscador y escriba el nombre de alguien seguido de una palabrota; igual se sorprende si prueba con su propio nombre.
Las víctimas son muy variados, desde la chica a quien su exnovio despechado, le colgó fotos picaronas en internet, Isabel Aguilera, directora de google que es atacada en un blog, o incluso S.M. el Rey, a través de youtube donde se cuelgan contenidos que podrían constituir delito de injurias al Jefe del Estado, como este (que tiene un millón de visitas), o algún otro en el que incluso dudan de su legitimidad. Llevado al mundo empresarial, es clave asegurar la reputación de los directivos y mantener una buena imagen de los productos.
Las consecuencias de estos ataques pueden llegar a ser muy importantes debido a la amplia difusión de internet. En Estados Unidos hay empresas que se dedican a defender la presencia en internet de sus clientes. En España parece que se sigue el motto de "difama que algo queda" y no parece prestarse un especial interés a este tipo de problemática.
Mientras, este fenómeno va increscendo y aunque no se trata de convertirse en un censor, es conveniente aplicar los métodos de inteligencia y preguntarse quién y porqué nos difama, para luego decidir si mecere la pena contratacar.
Las víctimas son muy variados, desde la chica a quien su exnovio despechado, le colgó fotos picaronas en internet, Isabel Aguilera, directora de google que es atacada en un blog, o incluso S.M. el Rey, a través de youtube donde se cuelgan contenidos que podrían constituir delito de injurias al Jefe del Estado, como este (que tiene un millón de visitas), o algún otro en el que incluso dudan de su legitimidad. Llevado al mundo empresarial, es clave asegurar la reputación de los directivos y mantener una buena imagen de los productos.
Las consecuencias de estos ataques pueden llegar a ser muy importantes debido a la amplia difusión de internet. En Estados Unidos hay empresas que se dedican a defender la presencia en internet de sus clientes. En España parece que se sigue el motto de "difama que algo queda" y no parece prestarse un especial interés a este tipo de problemática.
Mientras, este fenómeno va increscendo y aunque no se trata de convertirse en un censor, es conveniente aplicar los métodos de inteligencia y preguntarse quién y porqué nos difama, para luego decidir si mecere la pena contratacar.
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Etiquetas: imagen corporativa, inteligencia, reputación