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En 1852, el gobierno inglés dió la orden de preparar mapas de todo el territorio de la India. En Tibet, cualquier presencia extranjera, era recibida con la decapitación y las condiciones de paso de la cordillera del Himalaya actuaban de barrera natural. En este escenario, a Mr. Montgomerie, responsable de las actividades de inteligencia, se le ocurrio crear una escuela de espionaje, para la que reclutó a indios educados, denominados "pundits", de ahí que a Nain Singh siempre se le adjetive como el pundit Nain Singh.

Los primeros estudiantes fueron Nain Singh y su primo. El curso de formación de espionaje consistía en aprender a utilizar con destreza, instrumentos geográficos y de navegación, así como técnicas básicas de inteligencia.

Entre los métodos más curiosos que utilizó el pundit Nain Singh, está el de andar de manera que sus pasos fueran exactos, para establecer distancias de manera precisa. Para ayudarse en esta tarea, disponía de un rosario budista modificado, que en vez de 108 cuentas tenía 100. Una vez ubicado en Lhasa, capital del Tibet, se dedicó a establecer las coordenadas geográficas, mediante la observación de las estrellas. También realizo cálculos de medición de altura relativa al mar, mediante la observación de diferencias de temperatura de ebullición del agua. En 1867, Nain Singh y su primo regresaron a la India, tras haber recorrido 1.920 km. (2.500.000 pasos).

Los objetos personales de Nain Singh, disponían de interesantes modificaciones. Por ejemplo, la tetera tenía una superficie para poner mercurio, para fijar así el horizonte; su bastón, incorporaba un termómetro; llevaba una rueda tibetana, que en lugar de contener el mantra Tibetano "Om! Mane Padme Hum" escrito, ocultaba anotaciones de altitudes, distancias y todas las observaciones geográficas realizadas. Nain Singh, muchos años antes de James Bond disponía de bolsillos secretos y compartimentos especiales en su equipaje.

La aventura de Nain Singh, es un típico ejemplo de recolección de información HUMINT (Human Intelligence), donde se requiere de una persona con aspecto y cultura locales. Las actuales circunstancias del terrorismo global, donde lo que ocurre en desiertos lejanos y tribus remotas, tiene la máxima relevancia, retoman el valor de este tipo de inteligencia.