19 de octubre de 2007
El final de los blogs: profecía de aficionado
En la naturaleza todo tiende a la entropía, y la humanidad, tiende a la vagancia. Estas leyes fundamentales del comportamiento tanto de la naturaleza como del ser humano, marcan de manera absoluta la progresión del mundo de los blogs: la blogosfera no tiende a expandirse, todo lo contrario, tiende a su desaparición.
Podemos analizar el tema desde el punto de vista macro, donde se pueden ver las tendencias relativas a las estadísticas, pero lo cierto es que desde el punto de vista micro, la cosa no dá más de sí.
Todos empezamos nuevas actividades con gran impetu: coleccionismo, ir al gimnasio, aprender idiomas; pero a los pocos meses nos tumbamos en el sillón de casa, por una simple razón: la tendencia a la mínima energía. Esta conducta solo se puede parar si existen motivaciones o hábitos mucho más fuertes como una necesidad de mejorar la autoestima, el sexo o la ganancia económica. De la misma manera, escribir y sobre todo mantener un blog, implica una disciplina semejante a la que exige cualquier deporte o actividad de las mencionadas antes.
Por tanto, preveemos en los próximos meses una caída dramática de los blogs personales, acausa del tremendo desgaste que supone el esfuerzo diario de escribir un blog. Sólo se mantendrán los blogs que generen dinero para el blogero o que existan intereses económicos, políticos o sociales que compensen este trabajo. El resto se irán abandonando, convirtiendo la blogosfera en millones de restos a la deriva, de unas cosas que, en su día, intentaron ser bitácoras.
Y es que al final somos humanos.
Podemos analizar el tema desde el punto de vista macro, donde se pueden ver las tendencias relativas a las estadísticas, pero lo cierto es que desde el punto de vista micro, la cosa no dá más de sí.
Todos empezamos nuevas actividades con gran impetu: coleccionismo, ir al gimnasio, aprender idiomas; pero a los pocos meses nos tumbamos en el sillón de casa, por una simple razón: la tendencia a la mínima energía. Esta conducta solo se puede parar si existen motivaciones o hábitos mucho más fuertes como una necesidad de mejorar la autoestima, el sexo o la ganancia económica. De la misma manera, escribir y sobre todo mantener un blog, implica una disciplina semejante a la que exige cualquier deporte o actividad de las mencionadas antes.
Por tanto, preveemos en los próximos meses una caída dramática de los blogs personales, acausa del tremendo desgaste que supone el esfuerzo diario de escribir un blog. Sólo se mantendrán los blogs que generen dinero para el blogero o que existan intereses económicos, políticos o sociales que compensen este trabajo. El resto se irán abandonando, convirtiendo la blogosfera en millones de restos a la deriva, de unas cosas que, en su día, intentaron ser bitácoras.
Y es que al final somos humanos.
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