blotus: el blog de otus

El profesor Sustein mantiene la teoría de que la actual blogosfera y las posibilidades de personalización del acceso a internet, hacen que los individuos tiendan a acceder solo a información de una determinada ideología. Es decir, que si uno está interesado solamente en el golf y los berberechos, solo buscará, recibirá y compartirá información de golf y berberechos, descartando información de otras cosas.

Esto produce, según Sustein, una polarización en las posturas políticas, es decir, una radicalización. Un usuario de internet tenderá solo a leer unos periodicos determinados, unos blogs determinados, que a su vez contienen enlaces con información de un determinado espectro así que, internet y la web 2.0 aportarían un flaco favor a la democracia.

Sin embargo, esto no es nuevo, ¿no ocurre exáctamente lo mismo en los mítines que se convocan en los polideportivos? ¿Acaso esos asistentes que ondean los banderines no son votantes convencidos? No olvidemos que en estos tiempos, el antiguo mix de acciones en campaña electoral se ha reducido exclusivamente a dos: 1. las destinadas a convencer al porcentaje de indecisos; y 2. las que incentivan a ir hasta el colegio electoral a ese gran número de electores que se abstienen (esta última acción, solamente si conviene al partido de turno).

Internet no radicaliza. La red es un fiel reflejo de lo que le sucede a la sociedad. La gente es seguidora de los medios de comunicación afines a sus ideas políticas, tanto en lo que a prensa y radio se refiere, ¿porqué iban a tener una actitud diferente en cuanto a lo que leen o comparten en foros en la red? Nos dejamos llevar por esta polarización de las ideas, que ciertamente, nos puede radicalizar, pero la culpa no es de la red.

La reflexión final que lanzamos es esta: lo interesante de todo esto, es el inmenso poder que brinda internet. No para el usuario de la red, sino para el que quiera saber cosas acerca del usuario/cliente/votante. La información está ahí, en la pantalla, disponible para todos. Sólo hay que saber dónde buscar, cómo procesar los datos y cómo mostrarlos. Las decisiones que se tomen deben basarse en datos, no en opiniones de "expertos". Nuestra Metodología ISI sirve, exáctamente, para esto.